Según la Clínica Universidad de Navarra, el tabaco es el factor que en más estudios se ha mostrado como favorecedor para su aparición.
El páncreas es una glándula en forma de pera que se extiende longitudinalmente a través del abdomen, entre la columna vertebral y el estómago.
Este órgano, de gran importancia para el cuerpo humano, tiene dos funciones principales: liberar hormonas en el torrente sanguíneo (especialmente la insulina), así como también producir tanto las enzimas que descomponen las grasas, como las proteínas que ayudan a digerir los alimentos.
Ahora bien, en sus comienzos, el cáncer en esta zona no presenta muchos síntomas perceptibles ya que las “señales” suelen aparecer y ser más evidentes hasta que está avanzado; por este motivo se le suele llamar una enfermedad silenciosa.
Otro factor que hace que este padecimiento se considere “silencioso” es que, en la actualidad, no hay pruebas que puedan detectar confiablemente el cáncer en personas que no tienen síntomas, sumado a que cuando las personas sí los presentan -ya en etapas más avanzadas- estos son similares a los de otras afecciones médicas, como las úlceras o la pancreatitis.
El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) de Madrid se suma a esta afirmación cuando menciona que
“por sus síntomas poco específicos —como el dolor abdominal, las náuseas, la pérdida de peso y la coloración amarilla de los ojos— que además habitualmente se relacionan con otras enfermedades, cuando este tumor se detecta es demasiado tarde”.
Ictericia, dolor y pérdida de peso: síntomas y signos de este padecimiento
Ictericia: el color amarillo de los ojos y la piel se denomina ictericia y está causado por la acumulación de una sustancia (bilirrubina) que se produce en el hígado. Al menos la mitad de las personas con cáncer de páncreas tienen ictericia.
Dolor y pérdida de peso: el dolor en el abdomen o en la mitad de la espalda es un signo común de cáncer de páncreas avanzado. Igualmente, la pérdida de peso es un síntoma muy común.
Anomalías digestivas: las heces pueden ser pálidas, voluminosas, grasientas y flotar en el inodoro. Otros problemas pueden incluir náuseas, vómitos y dolor que empeora después de comer.
Si le preocupa algún cambio que ha experimentado y que guarde similitud a la información mencionada, le recomendamos visitar a su médico. Este profesional le preguntará desde cuándo y con qué frecuencia los percibe, entre otros datos que le ayudarán a detectar la verdadera causa del problema.
¿Quiénes pueden estar expuestos a este tipo de cáncer?
Determinados factores de riesgo pueden asociarse a una mayor probabilidad de padecer cáncer de páncreas:
Las personas que fuman.
Las personas mayores de 50 años: en el momento del diagnóstico y según American Society of Clinical Oncology, la mayoría de los pacientes tienen entre 60 y 80 años.
Las personas de raza negra tienen una mayor probabilidad que otros grupos étnicos.
Las personas con obesidad: aquellas con un índice de masa corporal (IMC) superior a 30.
Quienes padecen pancreatitis crónica: esta inflamación prolongada del páncreas se asocia a un riesgo ligeramente mayor de cáncer de páncreas.
Quienes padecen diabetes de inicio repentino: la diabetes puede ser un factor de riesgo y un síntoma precoz de un cáncer de páncreas.
El estudio “Evolución y características epidemiológicas de la mortalidad por cáncer de páncreas en Costa Rica, en el periodo 1970-2014” que investigó las bases de datos del Centro Centroamericano de Población (CCP) y del Instituto Estadísticas y Censos (INEC), destaca que a nivel mundial la población masculina suele ser la más golpeada por esta causa.
Sin embargo, en el país puede decirse que el patrón es muy similar en ambos sexos. Incluso, en el periodo comprendido entre el 2010 y el 2014 las cifras muestran una leve ventaja en el caso de las mujeres. Ellas presentan una tasa de mortalidad de 4,7 por 100.000 habitantes, mientras que en ellos es de 4,5.
Un pequeña explicación sobre el diagnóstico
Son numerosas las pruebas que funcionan para diagnosticar el cáncer de páncreas, pero no todas las pruebas enumeradas a continuación se utilizarán para todas las personas por igual.
Cada médico puede considerar estos factores al elegir una procedimiento para un diagnóstico certero:
Los signos y síntomas.
La edad, estado de salud general y antecedentes familiares.
Los resultados de pruebas médicas anteriores.
Las pruebas que procedemos a mencionar, entonces, pueden utilizarse cuando se sospecha que hay cáncer de páncreas. Sin embargo, el diagnóstico debe confirmarse con una muestra de tejido del tumor, extraída durante una biopsia, una aspiración con aguja fina o cirugía.
-Pruebas generales: examen físico y análisis de sangre.
-Pruebas por imágenes: American Society of Clinical Oncology, indica que las pruebas por imágenes permiten a los médicos determinar dónde está ubicado el cáncer y si se ha diseminado desde el páncreas hacia otras partes del cuerpo.
Las pruebas por imágenes también pueden utilizarse para controlar si el cáncer está creciendo.
El cáncer de páncreas a menudo no se desarrolla como una sola masa tumoral grande, lo que significa que en algunos casos puede ser difícil visualizarlo en las imágenes.
Sin embargo, los escáneres de tomografía computarizada producen imágenes de más calidad y más claras que pueden facilitar la detección de un tumor.
-Biopsia y análisis de tejidos: se refiere a la extirpación de una pequeña cantidad de tejido para su examen con microscopio. Otras pruebas pueden indicar la presencia de cáncer, pero en casi todos los tipos de cáncer solo una biopsia permite formular un diagnóstico definitivo.
Después de realizar estas pruebas diagnósticas, su médico deberá revisar los resultados con usted, indicándole: el tipo de cáncer, cuánto ha crecido y si este se ha diseminado y, por supuesto, las opciones de tratamiento.
Les recordamos que como paciente posee todo el derecho de solicitar copias de los resultados de las pruebas e imágenes, como constancia.
Si usted es diagnosticado, no dude en realizarle a su proveedor de atención médica las preguntas que considere necesarias, además de seguir el tratamiento con disciplina.
Grupo Oncológico Hope somos cuatro especialistas dedicados a la prevención, tratamiento y cura del cáncer, con más de 10 años de experiencia.
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