Los datos más recientes del Registro Nacional de Tumores revelan que en Costa Rica cada dos horas hay tres diagnósticos nuevos de algún tipo de cáncer.

La alimentación y la salud están íntimamente relacionadas. No es un secreto que un buen estado nutricional y un peso saludable son capaces de mejorar la calidad de vida de cualquier persona; binomio que no es diferente para pacientes que atraviesan por un tratamiento oncológico.
Como lo menciona la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), la correcta ingesta de nutrientes minimiza las complicaciones digestivas del paciente, mantiene un buen nivel de defensas, permite cumplir el tratamiento en el periodo establecido y, como consecuencia, mejora el día a día y estado de ánimo de la persona que enfrenta la enfermedad.
Desde esta perspectiva, deseamos contarles acerca de algunas pautas nutricionales que se deben tomar en cuenta para evitar la desnutrición y por consecuente, propiciar una mejor tolerancia al tratamiento y a sus efectos secundarios.
Los consejos que mencionaremos no son una fórmula mágica. La visita donde un experto en el área -que analice cada caso a profundidad- es fundamental para un plan nutricional preciso.
Pero antes ¿Cómo afecta el cáncer a la alimentación?
Dependiendo del tipo de cáncer, así como del tipo y dosis de cada tratamiento, es posible que los pacientes perciban modificaciones en el sentido del gusto, al mismo tiempo que experimentan las reacciones adversas como el vómito, diarrea o estreñimiento.
Esta combinación de sensaciones y factores incide directamente en el consumo de alimentos, al mismo tiempo que en la absorción de nutrientes, por lo que la malnutrición proteico-calórica y las deficiencias de vitaminas y minerales pueden aparecer.
Aquí los consejos:
Para evitar una posible desnutrición -y como cuidados generales- desde Grupo Oncológico Hope recomendamos:
1. Fraccione la dieta:
Repartir la ingesta de alimentos del día de entre seis a las diez tomas, sin que estas sean muy voluminosas. Es preferible realizar pequeños aportes para que el cuerpo vaya dirigiendo los alimentos.
Asegúrese de alcanzar los objetivos calóricos con estas comidas pequeñas.
2. Incremente el consumo de frutas frescas:
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir por lo menos 400 gramos diarios de fruta para obtener sus beneficios nutricionales.
3. Refuerce la ingesta de legumbres:
Las legumbres son una excelente fuente de proteínas vegetales, además fuente importante de fibra, lo que mejora la salud digestiva.
También son una buena fuente de hierro, lo cual puede evitar la desnutrición y la anemia.
4. Líquidos siempre:
Si el sabor del agua no le satisface al paciente, procure que el líquido se ingiera a través de los alimentos. ¿Cuáles? sopas, cremas de verduras o frutas como la sandía.
Además, se pueden beber licuados, zumos, batidos e infusiones.
5. Evite las grasas:
Aportar poca grasa a la dieta facilitará la digestión y evitará la saciedad. Escoja las opciones de cocción a la plancha, hervido, al vapor o al horno.
6. Recuerde la importancia de las proteínas:
Si la carne ya no le gusta al paciente, recuerde que las proteínas pueden obtenerse de otros alimentos. Por ejemplo el pescado, huevos, queso, frijoles, nueces, mantequillas de frutos secos, tofu, licuados o batidos proteicos.
Mencionamos nuevamente a las legumbres, pues 100 gramos de lentejas crudas contienen 25 gramos de proteínas.
¡Importante!
Procure que el paciente coma a las horas de mayor apetito y sobre todo alimentos que sean de su agrado.
En Grupo Oncológico Hope contamos con aliados especialistas en nutrición para acompañarle y guiarle de la mejor manera.
No dude en ponerse en contacto con nosotros a través del teléfono 7081-2953, o por medio del correo electrónico info@grupohope.org
La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) informó este 2021 que los cánceres con mayor impacto en el país son el de mama en mujeres y el de próstata en hombres.
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