Por el Instituto Nacional del Cáncer de los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU.
En pacientes con cáncer, los sofocos y sudores nocturnos pueden obedecer al tumor, su tratamiento u otras afecciones. El sudor se presenta con trastornos de la enfermedad, como la fiebre, y puede ocurrir sin enfermedad en climas cálidos, durante el ejercicio y durante los sofocos de la menopausia. El sudor ayuda a equilibrar la temperatura corporal al permitir que el calor se evapore por la piel. Los sofocos y los sudores nocturnos son frecuentes en pacientes y en sobrevivientes de cáncer. Son más frecuentes en las mujeres, pero también se pueden presentar en los hombres. Muchos pacientes tratados por cáncer de próstata y cáncer de mama tienen sofocos. La menopausia en las mujeres puede tener causas naturales, quirúrgicas o químicas. La menopausia química en las mujeres con cáncer obedece a ciertos tipos de quimioterapia, radiación o terapia con hormonas con andrógeno (una hormona masculina). La "menopausia masculina" en los hombres con cáncer puede obedecer a una orquiectomía (cirugía para extirpar uno o ambos testículos) o a la administración de terapia con hormona liberadora de gonadotropina o estrógeno. El tratamiento del cáncer de mama y el cáncer de próstata puede causar menopausia o efectos similares a la menopausia, como los sofocos graves. Ciertos tipos de medicamentos pueden producir sudores nocturnos. Los siguientes son los medicamentos que pueden producir sudores nocturnos: • Tamoxifeno • Inhibidores de la aromatasa • Opioides • Antidepresivos tricíclicos • Esteroides Los sudores se controlan mediante el tratamiento de su causa. Los sudores que ocasiona la fiebre se controlan mediante el tratamiento de la causa de la fiebre. Los sudores causados por un tumor se suelen controlar mediante el tratamiento del tumor. Los sofocos se pueden controlar con terapia de remplazo de estrógenos. Los sofocos durante la menopausia natural o relacionada con el tratamiento se pueden controlar con la terapia de remplazo de estrógenos. Sin embargo, muchas mujeres no se pueden someter al remplazo de estrógenos (por ejemplo, las mujeres que tienen o que tuvieron cáncer de mama). La terapia de remplazo hormonal, que combina estrógeno con progestina, puede aumentar el riesgo de cáncer de mama o su recidiva. El tratamiento de los sofocos en los hombres tratados por cáncer de próstata puede incluir estrógenos, progesterona, antidepresivos y anticonvulsivos. Ciertas hormonas (como el estrógeno) pueden hacer crecer algunos cánceres. En algunos pacientes pueden ser útiles otros medicamentos. En los estudios de medicamentos no estrogénicos para tratar los sofocos en las mujeres con antecedentes de cáncer de mama se notificó que muchos de estos no funcionan tan bien como el remplazo de estrógenos o tienen efectos secundarios. El megestrol (progesterona similar a un medicamento), ciertos antidepresivos, anticonvulsivos y clonidina (medicamento que se usa para tratar la presión arterial alta) son medicamentos no estrogénicos que se usan para controlar los sofocos. Algunos antidepresivos pueden cambiar la manera en que otros medicamentos, como el tamoxifeno, funcionan en el cuerpo. Los efectos secundarios del tratamiento farmacológico pueden ser los siguientes: Los antidepresivos que se usan para el tratamiento de los sofocos en un período corto pueden causar náuseas, somnolencia, boca seca y cambios en el apetito. Los anticonvulsivos que se usan para tratar los sofocos pueden causar somnolencia, mareos y problemas de concentración. La clonidina puede causar sequedad bucal, somnolencia, estreñimiento e insomnio. Los pacientes pueden responder de maneras diferentes al tratamiento farmacológico. Es importante que los proveedores de atención de la salud del paciente estén informados sobre todas las medicinas, suplementos alimentarios y hierbas que el paciente esté tomando. En algunos ensayos clínicos se estudian medicamentos que pueden aliviar los sofocos o los sudores nocturnos y, al mismo tiempo, mejorar el sueño. Si un medicamento no mejora los síntomas, el cambio a otra medicina puede ayudar. Tratamiento no farmacológico de los sofocos y los sudores nocturnos en los pacientes de cáncer Los tratamientos que ayudan a los pacientes a hacer frente a la tensión y la ansiedad pueden ayudar a controlar los sofocos. Los tratamientos que cambian la forma en que los pacientes enfrentan la tensión, la ansiedad y las emociones negativas pueden ayudar a controlar los sofocos. Estos se llaman intervenciones psicológicas. Las intervenciones psicológicas ayudan a los pacientes a obtener una sensación de control y a ejercitar habilidades para sobrellevar los síntomas. Mantenerse tranquilo y controlar la tensión pueden disminuir las concentraciones de una hormona que se llama serotonina y que puede desencadenar sofocos. Las intervenciones psicológicas pueden ayudar a controlar los sofocos y los problemas relacionados con estos cuando se usan junto con un tratamiento farmacológico. La hipnosis puede ayudar a aliviar los sofocos. La hipnosis es un estado parecido al trance que permite que una persona sea más consciente, enfocada y abierta a la sugestión. Bajo hipnosis, la persona se puede concentrar más claramente en pensamientos, sentimientos o sensaciones específicas sin distraerse. La hipnosis es un tratamiento más nuevo para los sofocos ha demostrado ser útil. En la hipnosis médica, un terapeuta ayuda al paciente a relajarse profundamente y concentrarse en pensamientos refrescantes. Esto puede reducir los niveles de tensión, equilibrar la temperatura corporal, y calmar la frecuencia cardíaca y la frecuencia respiratoria. Las medidas para aumentar la comodidad pueden ayudar a aliviar los sudores nocturnos relacionados con el cáncer. Se pueden utilizar medidas para aumentar la comodidad de modo de tratar los sudores nocturnos relacionados con el cáncer. Debido a que la temperatura corporal aumenta antes de un sofoco, las siguientes medidas pueden controlar la temperatura corporal y ayudar a controlar los síntomas: • Usar ropas sueltas de algodón • Usar ventiladores y abrir las ventanas para que circule el aire • Practicar técnicas de relajación, y respiración lenta y profunda Las hierbas y los complementos alimentarios se deben usar con cuidado. Los estudios de la vitamina E para el alivio de los sofocos muestran que esta es solo ligeramente mejor que un placebo (píldora que no tiene efecto). La mayoría de los estudios de la soja y la hierba sonajero muestra que no son mejores que un placebo para reducir los sofocos. La soja contiene sustancias similares al estrógeno; no queda claro el efecto de la soja en el riesgo de evolución del cáncer de mama o su recidiva. Los estudios sobre el uso de semillas de lino molidas para tratar los sofocos mostraron resultados mixtos. Se habla sobre muchos productos vegetales y naturales como remedios para los sofocos. Estos incluyen el dong quai, el cardo lechero, el trébol rojo, el extracto de palo dulceraíz de regaliz y la baya del árbol casto. Dado que se tiene escasa información sobre cómo funcionan estos productos o si afectan el riesgo de cáncer de mama, las mujeres los deben usar con cuidado. La acupuntura se puede usar para tratar los sofocos. Se realizaron estudios piloto de acupuntura y ensayos clínicos aleatorizados en los que se comparó el tratamiento con acupuntura verdadera y simulada (inactiva) en pacientes con sofocos. Los resultados no son claros y se necesitan más estudios.
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