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Foto del escritorGrupo Oncológico Hope

Tamizaje, screening o cribado

Por el Instituto Nacional del Cáncer de los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU.


Para muchos tipos de cáncer, el progreso en las áreas de exploración del cáncer y el tratamiento es prometedor en cuanto a la detección temprana y a las altas tasas de curación.

Los términos tamizaje, cribado o screening se refieren al uso regular de ciertos exámenes o pruebas en personas que no presentan ningún síntoma del cáncer pero están en alto riesgo de padecerlo.

Cuando los individuos están en alto riesgo para un tipo de cáncer, significa que ellos poseen ciertas características o exposiciones, llamadas factores de riesgo, que los hacen más propensos a manifestar ese tipo de cáncer que aquellos que no los tienen. El factor de riesgo es diferente para los distintos tipos de cáncer. El conocer estos factores de riesgo es importante por las siguientes razones:

1) algunos factores de riesgo pueden cambiarse (tal como el hábito de fumar o los hábitos alimenticios), para así disminuir el riesgo de manifestar el cáncer asociado,

2) las personas que se encuentran en alto riesgo de exhibir cáncer a menudo pueden someterse a una exploración que se recomienda para ese tipo de cáncer.

Los investigadores continúan estudiando cuáles son las características o las exposiciones que se asocian al incremento del riesgo para varios tipos de cáncer, lo que permite emplearlas en la prevención más efectiva, la temprana detección y las estrategias de tratamiento.

¿Quién debe someterse a pruebas de cribado para el cáncer?

No todo el mundo tiene que someterse a cribado periódico del cáncer. Hay muchos factores que determinan quién debe cribarse. Con los años, los investigadores han establecido factores de riesgo para determinados tipos de cáncer.

Hay dos tipos de factores de riesgo: los factores genéticos y los factores no genéticos (ambientales). Un factor genético es un rasgo heredado, inalterable. Un factor no genético es una variable en el entorno de una persona, que a menudo puede cambiarse.

Entre los factores no genéticos pueden estar:

• la dieta

• el ejercicio

• la exposición a otras sustancias presentes en nuestro entorno

Estos factores no genéticos a menudo se conocen como factores ambientales. Algunos factores no genéticos desempeñan una función facilitando el proceso mediante el cual las células sanas se vuelven cancerosas (p. ej., la correlación entre el consumo de tabaco y el cáncer de pulmón), mientras que otros cánceres no tienen correlación ambiental conocida, pero se sabe que tienen una predisposición genética. Una predisposición genética significa que una persona puede tener mayor riesgo de un determinado cáncer si un miembro de su familia tiene ese tipo de cáncer.

¿Qué tipos de pruebas de cribado están disponibles para el cáncer?

Hay muchos tipos diferentes de pruebas de cribado diseñadas para detectar diferentes tipos de cáncer. Dependiendo de los factores de riesgo presentes, a los pacientes con alto riesgo de un determinado tipo de cáncer se les puede pedir que se sometan a alguna de diversas pruebas. Algunos ejemplos de pruebas de cribado son las pruebas de imagen, como la TC o la mamografía; análisis de sangre o incluso procedimientos de biopsia quirúrgica. Algunas pruebas de cribado no son invasivas, como las pruebas de imagen diagnósticas, mientras que otras pruebas de cribado son más invasivas, como los análisis de sangre o las colonoscopias. Las pruebas de cribado están diseñadas específicamente para cribar determinados tipos de cáncer. Por ejemplo, las mujeres con alto riesgo de desarrollar cáncer de mama pueden tener que someterse a mamografías frecuentes, mientras que las personas con alto riesgo de cáncer de colon necesitarán someterse a colonoscopias.

Otro tipo de prueba de cribado son las pruebas genéticas predictivas. La tecnología moderna nos ha permitido identificar relaciones entre mutaciones genéticas específicas y algunos cánceres. A medida que seguimos aprendiendo más acerca de las mutaciones genéticas e identificamos más mutaciones, el papel de las pruebas genéticas seguirá creciendo.

Las pruebas genéticas predictivas se usan para determinar si una persona tiene una mutación genética que le puede predisponer a desarrollar cáncer. Una prueba exacta revelará una mutación genética, pero no puede garantizar que una persona desarrollará cáncer. Del mismo modo, una prueba genética que no encuentre una mutación específica no puede garantizar que una persona no desarrollará cáncer. Estas pruebas solo sugieren que una persona puede o no estar en algún nivel de aumento del riesgo.

Exploración y diagnóstico temprano del cáncer de colon

La exploración es crucial para la prevención y el tratamiento temprano del cáncer colorrectal. Es muy común recomendar a los pacientes mayores de 50 años que se practiquen exploraciones con regularidad para el cáncer colorrectal. Además, las personas con historia familiar o personal de pólipos adenomatosos, FAP, HNPCC o cáncer colorrectal pueden comenzar la exploración más temprano.

En la actualidad, hay muchas estrategias de exploración disponibles. Estas incluyen la prueba de búsqueda de sangre oculta en la deposición (FOBT), sigmoidoscopia flexible, colonoscopia, y enema de doble contraste con bario. Se recomienda, por lo general, que los pacientes empiecen con una prueba anual de búsqueda de sangre oculta en la deposición (FOBT) a la edad de 50 años y una sigmoidoscopia flexible cada 5 años después de los 50 años. También se recomienda realizar una colonoscopia cada 10 años si el FOBT es positivo o si se hallan adenomas durante la sigmoidoscopia. Algunos médicos también recomiendan realizar un enema de doble contraste con bario cada 5 a 10 años después de los 50 años de edad; sin embargo, la investigación actual señala que la colonoscopia es el procedimiento de exploración más efectivo. Los individuos interesados en una exploración del cáncer colorrectal deben analizar las opciones con sus médicos con el fin de determinar el procedimiento más apropiado.

Prueba de búsqueda de sangre oculta en la deposición (FOBT): Esta prueba verifica la sangre escondida en la deposición. Hace poco, los resultados de un estudio que duró18 años indicaron que un FOBT anual o bianual puede reducir de manera significativa la incidencia del cáncer colorrectal. Esta prueba indica la presencia de pólipos sangrantes y, por lo tanto, la necesidad de una exploración adicional. Esta exploración de seguimiento permite identificar y extirpar el pólipo, lo cual da como resultado una reducción de la incidencia del cáncer colorrectal.

Sigmoidoscopia flexible: Durante este procedimiento, el médico emplea un tubo iluminado para observar los pólipos y las áreas sospechosas dentro del recto y la parte baja del colon (colon sigmoide). El médico puede realizar una biopsia con el fin de recolectar muestras de tejido sospechoso o de células para un examen más detallado. Este es un procedimiento ambulatorio que no requiere de anestesia o de medicamento para el dolor. Las complicaciones asociadas a este procedimiento son pocas o ninguna.

Colonoscopia: Durante este procedimiento se inserta a través del recto un tubo largo y flexible unido a una cámara que permite al médico examinar el recubrimiento interno del colon en busca de pólipos u otras anormalidades. El médico puede realizar una biopsia con el fin de recolectar muestras de tejido sospechoso o de células para un examen más detallado. Este procedimiento es más difícil que la sigmoidoscopia y requiere anestesia o un sedante fuerte. Se presentan complicaciones importantes en 1% de los pacientes.

Enema de doble contraste con bario: La sustancia lechosa llamada bario se inserta a través del recto dentro del colon. Luego se somete al paciente a rayos X de colon y de recto para que el médico pueda evaluar el área en busca de pólipos u otras anormalidades. El bario ayuda a abrir el colon para que los rayos X sean más detallados y claros.

Aunque estas estrategias de explotación ayudan a monitorear la manifestación de los pólipos adenomatosos y el cáncer colorrectal, existen otras pruebas que permiten a los médicos identificar a los pacientes que están en alto riesgo de manifestar cáncer colorrectal o una reincidencia.

CEA: La prueba del CEA está diseñada para identificar a las células cancerosas en la sangre del paciente mediante el reconocimiento de una proteína específica que se encuentra en la superficie de estas células y se conoce como antígeno carcinoembriónico (CEA). Las prueba del CEA no se utilizan en la actualidad con propósitos de exploración, puesto que no es una prueba específica, es decir, que la presencia del CEA puede indicar una serie de condiciones. La presencia de este antígeno en la sangre parece ser un indicador útil para identificar a los pacientes en alto riesgo de reincidencia después del tratamiento estándar del cáncer colorrectal.

Prueba de predicción genética: Se encuentra disponible en la actualidad una prueba médica predictiva para el cáncer colorrectal hereditario. Esta prueba detecta mutaciones en dos genes causantes de la enfermedad, el MLH1 y MSH2, responsables de la mayoría de los cánceres colorrectales hereditarios sin poliposis (HNPCC). Esta prueba permite a los pacientes identificados en alto riesgo de padecer HNPCC a someterse a exámenes más temprano, con mayor frecuencia y la extirpación de pólipos precancerosos. Las personas interesadas en las pruebas genéticas deben consultar con sus médicos acerca de los riesgos y los beneficios de estos procedimientos.

Se encuentran en curso investigaciones para crear y refinar los programas óptimos de exploración para individuos en alto riesgo de exhibir cáncer colorrectal.


Si aún tiene dudas, por favor póngase en contacto con nosotros a info@grupohope.org o en nuestro consultorio al 2522-1000 ext 6005

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